viernes, 18 de mayo de 2007

Los radicales y la Ley Gómez


Los radicales y la Ley Gómez


Terminada ayer la tramitación de la ley que modifica aspectos de la ley de responsabilidad penal adolescente, es posible legítimamente denominar a este cuerpo legal, la Ley Gómez.
En efecto, mientras fue ministro de justicia, fue su responsabilidad el endurecimiento del proyecto que en 1998, el Ministerio de Justicia, había hecho público junto con UNICEF. Fue el entonces secretario de estado radical, quien, corrigió normas procesales, alargó los plazos de duración máxima de la internación, entre otras cuestiones, que llevaron a que el proyecto enviado por él, en junio del 2002, a trámite legislativo fuera duramente criticado por unicef y por diversas Ongs. Tanto es así que el mensaje de dicho texto, y que había sudo elaborado previamente, queda desconectado de algunas de las cuestiones que se regulan en el cuerpo de la iniciativa.

Mientras se discutió legislativamente el proyecto, nuevamente los senadores radicales tuvieron un rol protagónico al votar en contar del planteamiento del ejecutivo, en octubre del 2005, por una mayor duración de las penas privativas de libertad. De hecho, esa vez, en el hemiciclo de la cámara alta, hubo votos de los senadores designados (Vega, Aburto) que consideraron que los máximos propuestos por el gobierno (3 años, para los delitos cometidos por menores de 16 años, y 8 años, para los delitos cometidos por menores de 18 y mayores de 16) eran razonables. No pensaron así los tres senadores radicales cuyos votos definieron la cuestión votando junto a la derecha en contra de la propuesta del gobierno.

En el día de ayer, el senador Gómez volvió a imponer su punto de vista de endurecer las sanciones penales a los jóvenes, alineando a los diputados de su partido, quienes votaron con la derecha, una vez más. Esta maniobra se inició la semana pasada cuando el senador Gómez sorprendiendo a los senadores concertacionista de la comisión de constitución, votó junto a la derecha. Ayer, formalmente al menos (el ministro de justicia es radical y mano derecha del senador) el gobierno no respaldaba esa iniciativa.
Esta ley, cuya dimensión represiva se ha visto acentuada con las últimas modificaciones lleva el sello indeleble del senador Gómez y del partido radical. La historia lo juzgará.

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